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¿Cómo será el futuro de la fundación Bill & Melinda Gates tras su divorcio?

Aunque es probable que su matrimonio de 27 años esté "irremediablemente roto", todavía hay preguntas sobre la futura dirección y gestión de la organización filantrópica que crearon juntos.

Por: Financial Times | Publicado: Miércoles 5 de mayo de 2021 a las 08:39 hrs.
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La Fundación Bill & Melinda Gates, que reparte más de US$ 5.000 millones al año, especialmente para proyectos sanitarios y de ayuda al desarrollo, reaccionó rápidamente para disipar las preocupaciones sobre los posibles cambios que pudieran surgir tras el divorcio de la pareja.

"Bill y Melinda seguirán siendo copresidentes y fideicomisarios", sentenció en un comunicado. "No se prevén cambios en sus funciones ni en la organización. Continuarán trabajando juntos para dar forma y aprobar las estrategias de la fundación, defender sus intereses y establecer la gestión de la organización".

Cuando Melinda Gates presentaron una demanda de divorcio, pusieron fin a más de tres décadas juntos, durante las cuales criaron a tres hijos, se convirtieron en una de las parejas más ricas del mundo, donaron más de US$ 55.000 millones y movilizaron gobiernos y a otros donantes ricos para tener un impacto mucho más amplio a través de Giving Pledge.

¿Cuáles son las implicaciones más amplias para la gestión de la fundación?

La dotación futura de la fundación dependerá del tamaño de las contribuciones continuas de sus fortunas, así como del alcance de las donaciones adicionales de su amigo Warren Buffett. El inversor de 90 años ha hecho donaciones sustanciales y ha prometido entregar el 85% de su fortuna restante de US$ 100.000 millones.

Las notas internas dirigidas al personal han hecho hincapié en "seguir como hasta ahora". Como aseguró un empleado, "La fundación ya es lo suficientemente grande. Incluso si empiezan a destinar dinero a otras causas, todo irá bien ".

El profesor Henry Peter, responsable del Geneva Centre for Philanthropy de la Universidad de Ginebra, fue más cauteloso.

"El ecosistema de la fundación se basa realmente en solo tres fideicomisarios", dijo, refiriéndose a los Gates y Buffett. "Será interesante saber cómo evolucionan las cosas cuando el matrimonio se divorcie. Tal vez sea el momento adecuado para examinar la gobernanza". En su opinión, el mensaje del divorcio no es del todo fácil de reconciliar con la imagen de la que disfruta la fundación.

¿Divergirán aún más los Gates en sus actividades filantrópicas?

A diferencia de otras parejas ricas que se divorciaron y comenzaron las labores de filantropía a posteriori, la influencia de Melinda -y la del difunto padre de Bill y algunos amigos cercanos- ayudó a asegurar que los Gates trabajaran juntos durante más de dos décadas para dirigir la fundación que lleva sus nombres.

La pareja sigue muy involucrada, participando en videoconferencias semanales sobre el Covid-19 y, hasta el mes pasado, supervisando la última revisión estratégica anual de la fundación.

En una entrevista concedida la semana pasada, Melinda aseguro que "a veces, por supuesto, discrepamos. Pero hace muchos años nos comprometimos a que mantendríamos esos desacuerdos fuera de la fundación, los resolveríamos y llegaríamos a la fundación con una sola voz ... ese es nuestro trabajo y lo cumplimos".

Los fundadores se centran sobre todo en temas sanitarios y de ayuda al desarrollo. pero la pasión de Bill es la ciencia, sobre todo los avances tecnológicos y científicos. En cambio, Melinda ha hecho hincapié en las "ciencias humanas", impulsando la implementación de cuestiones de desarrollo más amplias, y con un enfoque cada vez mayor en asuntos relacionados con la mujer, la igualdad de género y el empoderamiento.

El resultado ha sido una división interna con equipos distintivos que trabajan en proyectos "Bill" y "Melinda".

¿Qué pasará con sus actividades fuera de la fundación?

Bill renunció el año pasado a su cargo de consejero de Microsoft, la empresa donde amasó su fortuna, y ha vendido la mayor parte de sus acciones de la empresa e invertido en tecnologías relacionadas con el cambio climático. También ha hecho contribuciones filantrópicas a causas como la lucha contra el Alzheimer, enfermedad que sufrió su difunto padre.

Algunos han señalado la mayor disposición de Melinda a criticar la política del gobierno, especialmente durante el mandato del ex presidente Donald Trump, e incluso especularon sobre su posible entrada en política.

Forbes calcula que su patrimonio conjunto asciende a US$ 130.000 millones. Un "contrato de separación" determinará la división de las propiedades y los activos, que incluyen su cartera de inversión personal y su mansión en la costa a orillas del lago Washington, que en su día se valoró en US$ 150 millones.

Sus inversiones incluyen participaciones en grupos como la cadena de hoteles de lujo Four Seasons; la empresa de ferrocarriles Canadian National Railway; la empresa de eliminación de residuos Republic Services; Ecolab, el fabricante de desinfectantes; el grupo de bebidas Femsa; y Deere, el fabricante de maquinaria agrícola.

Bill y Melinda también supervisan sus propios fondos, incluidos Gates Ventures, Breakthrough Energy Ventures y Pivotal Ventures, que les permiten invertir en causas sociales. La propia fundación reparte sus donaciones filantrópicas, mientras que los activos que controla, valorados en más de US$ 50.000 millones en 2019, se mantienen y gestionan por un fideicomiso independiente.

El más joven de sus hijos cumplió hace poco 18 años, por lo que ahora todos han alcanzado la mayoría de edad, lo que reduce las dificultades sobre la custodia. Su hija Jennifer publicó en su cuenta de Instagram: "Ha sido un periodo difícil para toda nuestra familia".

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